Metro de Moscú

Este fue un viaje inesperado. Unos amigos que conocí en Egipto, lo iban hacer y pensaron que me gustaría

Me llamaron y acepte. Compartimos litera en el tren que va desde Moscu a San Petersburgo y por lo menos no viaje sola

Nada mas llegar a Moscú, nuestra primera experiencia fue, que era la 1h de la madrugada, nos dieron las llaves de nuestras habitaciones y al abrir la primera, no podíamos, intentamos otra vez y al final se nos abre la puerta con un tío  ruso, grande como un oso. El se pego susto, pero nosotros casi nos da un infarto

Vamos abrir la segunda habitación y nos pasa tres cuartos de lo mismo

El marido de mi amiga, fue a recepción y no sabían como pedirnos disculpas. Luego nos dio por reír

La segunda anécdota fue que, queríamos ir al teatro Bolshoi y la guia nos dijo que no nos preocupasemos, que ella nos sacaría las entradas al grupo. Unas chicas dijeron que ellas se las sacarían después de comer

Total, nos saco las entradas, la sorpresa fue que nos toco en gallinero, arriba del todo,  que a duras penas podías distinguir las caras de los bailarines. Yo le pregunte   a un chico que teníamos al lado cuanto le habían costado las entradas, y nos dijo que 25 €  que era lo que valían y nuestra guia nos había cobrado 60€

Las paradas de metro, por lo menos la linea que cogíamos nosotros, eran de super lujo, limpisimas y no sabias cual te gustaba mas

Una pasada lo del metro

El Hotel Cosmos, que es donde nos hospedamos, era una verdadera preciosidad y las vistas que teníamos, geniales. El único inconveniente es que estaba a las afueras del centro